En 1º de ESO en el Alfonso II para estudiar las células les propuse construir maquetas de ellas, algo muy común, pero lo novedoso fue, que, como les dije que podían utilizar el material que quisieran, mirar las células que me presentaron.
Para comérselas ¿verdad? Los orgánulos quizá un poco distorsionados, pero supieron explicar qué era cada cosa (era un requisito imprescindible).