Al llegar al centro (IES Rosario Acuña), me encontré con un grupo de 5 alumnos y alumnas de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente (CTMA) de 2º de Bachillerato, una materia que no entraba en la EVAU, y además, que se iba a extinguir con la implantación de la LOMLOE al curso siguiente.
Las condiciones eran idóneas para trabajar por proyectos y les pregunté a los chicos y chicas si querían trabajar así, les expliqué que iban a trabajar mucho, pero nada de exámenes ni deberes, y aceptaron. La primera tarea consistió en constituirse como un grupo, similar a un centro de educación ambiental, tenían que inventarse un nombre, un logo, y decidir qué objetivos querían trabajar en su centro.
Así nacieron los Cachalotes Verdes, un grupo de 5 estudiantes comprometidos con los problemas ambientales, que iban a dedicarse concretamente a fomentar y promover el reciclaje en el centro, y en los alrededores. Además, el grupo estaba abierto a quien quisiera participar en las tareas, y pronto fuimos un grupo muy numeroso.