Planteé esta actividad como un juego, competitivo, para motivar al alumnado de 1º de ESO, que con esa mezcla «soy muy infantil – dejo de ser niño/a- soy mayor» conseguí engancharles muy bien.
Para trabajar el tema de los vertebrados, yo ideé un conjunto de tarjetas con preguntas cuyas respuestas tenían que buscar en el libro. La única condición era escribir una respuesta con sus propias palabras, nada de copiar.
Les organicé en parejas o grupos de 3 como mucho, si son más no trabajan y empecé dándole una tarjeta a cada equipo.
Cada equipo tenía que buscar la respuesta y escribirla con sus propias palabras, como mencioné, y luego me la enseñaba para que yo pudiera darles el ok. Entonces se llevaban la siguiente tarjeta y repetían la misma operación.
Algunas tarjetas contenían preguntas muy concretas, otras requerían leerse una página entera y resumirla, otras presentaban adivinanzas.
Se trataba de responder lo más rápidamente posible, pero cumpliendo las condiciones, a ver qué equipo tardaba menos en contestar a todas las preguntas. Las últimas eran algo más complicadas, requerían una lectura cruzada de todo el tema.
Esta actividad llevó por lo menos dos clases completas, y en las dos siguientes hicimos un doble ránking: el de rapidez y el de mejores respuestas: todos los equipos leyeron sus respuestas y entre todos votamos las mejores.